Nunca me he caracterizado por vestir de negro precisamente. Pero tengo que reconocer que últimamente abuso demasiado de este “no color”. Me resulta muy fácil llevarlo en mi día a día, aporta formalidad pero a la vez es extremadamente sencillo. De todos modos, ya tiene los días contados en mi armario porque al fin hemos estrenado primavera y poco a poco el color se irá apoderando de mí.

El look de hoy es negro de la cabeza a los pies, sólo se salvan los zapatos con estampado de leopardo y el cinturón. Me gustó el resultado con tanto encaje y el toque que aportaba mi pamela negra, que ya os enseñé aquí y que me ha acompañado durante todo el invierno.